Nota en Revista Leche OCTUBRE 2011

De como la unión hace la fuerza (y logra frenar una orden de desalojo) podemos dar el ejemplo de lucha por mantener arriba las banderas de los vitales espacios culturales a través toda la gente que hoy sostiene El Arrimadero en la ciudad de Neuquén.

Nos pusimos en contacto sin gastar una moneda con Gustavo Lioy, el hoy encargado de llevar adelante la difícil misión de mantener la sala funcionando y con las puertas bien abiertas.
Mi primer acercamiento al Arrimadero fue hace dos años, desde mi lugar de director de Sur-Menage, un grupo de teatro independiente con el que estábamos buscando una sala para montar nuestras producciones en carpeta. Ahí lo conocí a Raúl Ludueña, fundador de la sala y director de la misma, y a Alicia Monsalvez, su socia y amiga, quienes me recibieron con los brazos abiertos, y se entusiasmaron mucho con mis obras, que se estrenaron en la sala durante 2009/2010.
Estando en la sala con funciones, Raúl se enferma gravemente y me pide que me haga cargo de su taller de alumnos avanzados, un grupo de gente maravilloso, muy talentoso, con experiencias diferentes entre sí, pero con mucha ganas de hacer teatro.

Con ellos ensayo y monto El Arrimadero Cabaret, un espectáculo de variedades. Este se estrenó en el mes de Agosto 2010, 3 meses después de la partida de Raúl. Fue un golpe duro para Alicia, y para sus colaboradores.

La sala comenzó a tener problemas económicos y de programación, pero se sostuvo con espectáculos teatrales y musicales hasta fin de año. En enero de este año, Alicia sufre una descompensación y lamentablemente ya no puede hacerse cargo del espacio. El alquiler es muy alto y se debían varios meses. Su esposo y administrador de la sala, Marcelo Quiñones, acepta mi propuesta de hacerme cargo de la administración y programación, junto con Pablo Todero, Cane Aiello, Marcela Delavault, Mairela Lazzaletta, las chicas de Sur-Menage, los chicos del Cabaret, y muchos otros que se fueron sumando a esta tarea que fue sacar adelante la sala, hasta tanto Alicia vuelva a estar en condiciones de hacerse cargo de la misma.

A ver… ¿De cuanto estamos hablando?
La sala ya tenía iniciada la demanda por desalojo. Hablamos con el intendente de la Ciudad, con el dueño del inmueble, y pudimos frenar el desalojo. Hoy estamos afrontando el alquiler, más la cuota de deuda, mediante un acuerdo al que llegamos con el apoyo del municipio, quien nos otorgó un subsidio de emergencia de $15000, el 30% de lo adeudado, cobrado en tiempo y forma, y entregado al dueño del inmueble.
Hoy la tarea es dura, triste a veces, por las circunstancias que nos tocó vivir para llegar donde estamos… pero hermosa: sostener este espacio que es para todos los artistas, y para toda la comunidad de Neuquén. Un espacio abierto a todas las expresiones artísticas, y también a la formación académica, mediante talleres y seminarios que se dan en al sala.

¿Es verdad entonces que la cultura no paga?
Creo fervientemente que los espacios culturales, como este teatro, deben recibir apoyo del Estado, en todos sus niveles (municipal, provincial, nacional) para seguir funcionando; así como también de medios privados.
También estoy convencido que no podemos quedarnos con los brazos cruzados, quejándonos de no recibir subsidios. Hay que seguir peleándola con nuestros medios. Haciendo arte. El teatro no es, no debe ser “necesario”. Si le damos tal categoría al teatro, corremos el riesgo de ponerlo en manos del Estado. El teatro no debe ser gerenciado por el Estado, ni por empresas privadas, sino apoyado, sustentado, sostenido. El teatro es una celebración. Un intercambio maravilloso entre artistas y público. Por eso debe ser administrado por los mismos artistas y su público.
Creo que el municipio, a partir de Impulsarte y desde la creación del Concejo de la Cultura, entendió esta situación.
Veremos como funciona dicho concejo, quien tendría a su cargo el manejo de políticas culturales para la ciudad. El futuro es incierto, pero esperanzador.

Neuquén es una de las provincias con más recursos energéticos del país, ¿de dónde están sacando uds. esa energía para seguir adelante?
En el caso del Arrimadero, somos muchos los que estamos trabajando para sacarlo adelante. Yo soy solo la cabeza visible, pero hay 10, 12, 15 personas, artistas de diferentes ámbitos y escuelas, colaborando conmigo. Creo en el trabajo en equipo. Y trabajo para eso. Como dije antes, la tarea es dura… pero hermosa.
Como nos dijo Raúl alguna vez:
“El teatro es mi tribuna y mi trinchera. Mi tribuna desde la cual decir. Mi trinchera desde la cual resistir”.
Aquí estamos, resistiendo… pero también “DICIENDO”.


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